No deja de ser extravagante que la designación por el Parlamento español de los miembros de un órgano constitucional tenga que ser supervisada por la Comisión de la Unión Europea, pero es que desde hace algún tiempo lo insólito, lo inaudito, aparece como normal, lo irracional acaba por aceptarse como lógico y lo obsceno como honesto y hasta progresista………
https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-03-19/cgpj-espana-un-estado-fallido-martin-seco/